LA AUTOESTIMA COLECTIVA

El autoestima o la autoimagen, son temas muchos más importantes de lo que pudiera pensarse, es la piedra angular de la realización del ser humano, una persona con una baja autoestima o que tenga una imagen personal pobre de sí mismo tiene la felicidad cuesta arriba, vivimos en una mundo interactivo, es imperativo saber interactuar con las personas de nuestro entorno y sabemos que en ocasiones eso puede ser un trabajo agotador, cada persona es única, cada vida es un mundo distintos no hay dos personas iguales, no importa que sean hermanos gemelos, pareja o amigos, llevarse bien con las personas tiene más que ver con nuestra flexibilidad y tolerancia que de tener o no cosas en común, ciertamente tener cosas en común ayuda a todo tipo de relaciones, pero sólo al inicio, es cómo en el amor, lo que llamamos química es sólo para romper el hielo, el permanecer juntos tiene que ver más con la tolerancia o aceptación de las diferencias que en el disfrute de las cosas en común.

Para ser tolerantes y aceptar o permitir al otro tengo que tener claro; ¿Quién soy yo?, ¿Qué quiero?, ¿Cuáles son mis fortalezas?, ¿Mis capacidades? y ¿Qué tan valioso soy?, son todas preguntas claves que todo el mundo debería tener muy claro, y aquí va la sorpresa, muy pocas personas tienes claras estas respuestas.

Para muestra un botón, solo hace falta bajar la velocidad de nuestras vidas y  mirar la interacción de las personas, sólo  ver un noticiero de media hora para poder concluir cómo está el mundo.

Es fácil suponer cuales son las prioridades de la gente, eso define si una sociedad está sana o si por el contrario esta terriblemente enferma, medito mucho la frase de Jiddu Krishnamurti, “No es sano estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”,   vean este ejemplo, en Venezuela mientras unas personas pasaron meses protestando por su futuro, por la libertad, para que nuestros hijos tuvieran la oportunidad de desarrollarse en su país con todas las oportunidades posibles, en contra de la corrupción, la inseguridad y para de contar, otro grupo molesto exigía que quería “paz” y que dejaran la protesta, hacían su vida normal y se molestaban por alguna calle cerrada que les impedía llegar rápido a su trabajo (trabajo que no les da lo suficiente para  comer), esa gante por loco que parezca eran los más afectados por la crisis, y es cuando todo se vuelve más loco, pocos meses después ahorita en diciembre, ese grupo que pedía que las protestas se detuvieran ahora protestan muy indignados, ¿por qué lo hacen ellos ahora? Por un pernil y un juguete para sus hijos, les molestaba una protesta por el futuro mejor para todos, pero ellos protestan ahora por la promesa de una cena relativamente digna, y por un juguete que ellos mismos con su trabajo debieron haber podido comprar para sus hijos.



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